Cuando alguien fallece, se inicia un proceso de sucesión que termina con la aceptación de la herencia. Dependiendo de si el fallecido deja testamento o no, la sucesión puede ser testamentaria, en cuyo caso habrá que respetar la voluntad del fallecido expresada en su testamento -siempre que respete los límites legalmente establecidos-, o sucesión ab intestato -sin testamento-, marcada por los dictámenes de la Ley civil o foral.
El testamento es un acto personalísimo, propio e indelegable, y tiene ciertas limitaciones legales. Es importante, por tanto, que antes de hacer testamento se asesore con un abogado de su confianza, quien le indicará cuál es la mejor forma de que se cumplan sus voluntades, así como también le hará saber si está causando algún perjuicio indirecto a alguien, por si lo quisiera evitar.
Es aconsejable realizar testamento aun cuando se pretenda que los herederos reciban lo que por ley les corresponda, ya que evitará muchos trámites costosos en el momento de su fallecimiento.
Además de cuándo deseamos dictar testamento, también podemos necesitar un abogado de familia en el caso de que vayamos a ser beneficiarios de una herencia. Tanto en los casos de sucesión testada (Cuando el difunto dictó testamento) como de sucesión intestada (si no lo hizo), existen unos herederos legítimos, conocidos en el ámbito jurídico como herederos forzosos, a los que la ley reserva una parte de los bienes del fallecido. Son herederos forzosos los hijos, el cónyuge, los padres, etc.
No podemos olvidar que, en ocasiones, el fallecido ha dictado un testamento que perjudica nuestros derechos legalmente establecidos (en España las posibilidades de «desheredar» son limitadas y reservadas a casos muy graves), lo que nos permitirá acudir a un proceso judicial para solicitar que un Juez valore si ese testamento cumple o no con los requisitos legalmente establecidos, pudiendo ser anulado en caso de no cumplirlos.
En el despacho de Lidón Serra se te asesorará en los procesos de redacción, revisión y modificación de testamentos, manteniéndote informado acerca de tus derechos y deberes como testador o heredero, velando siempre por tus intereses. Tu asunto será objeto de de una minuciosa valoración previa, fruto de la que se te hará entrega de un informe, en el que total honestidad se te informará de la viabilidad y posibilidades de éxito del asunto. Mándanos tu consulta y estudiaremos tu caso.
